Inés, una niña de 11 años de edad, fue expulsada del campamento de inglés en Aldeadurero (Salamanca) el pasado fin de semana por sufrir un retraso madurativo. "Me llamó la noche del mismo viernes que llegó para decirme cómo se llamaba su monitora, los nombres de sus compañeras de habitación, que incluso tenía tele en el cuarto…", ha explicado José, su padre, en una entrevista al periódico La Razón. Al día siguiente, a los padres de Inés se les comunicó que las madres de las dos compañeras de habitación se habían quejado porque no querían que sus hijas compartiesen habitación con alguien con "necesidades especiales". Se excusaron diciendo que sus hijas iban a un colegio de integración y que "todo el año convivían con niños discapacitados y, al llegar al verano, querían disfrutar del campamento sin estar con estos niños de las características de Inés".
Según han comentado los padres de Inés, la niña lleva ya tres años acudiendo a campamentos y nunca había tenido ningún problema. Esta vez, han elegido este campamento en concreto para que Inés pudiera reforzar el inglés. Los responsables del campamento explicaron que Inés tenía comportamientos raros y añadieron que no iba a poder seguir las clases de inglés porque, según ellos, no alcanzaba un determinado nivel. Cabe destacar que los padres pidieron que no se contase al resto de las niñas del retraso de Inés porque temían que la pudieran etiquetar. Sin embargo, la monitora, se lo contó a sus compañeras de habitación.
“No tiene ningún problema. Lo único es que tarda unos segundos en comprender y le cuesta si le hablan muy rápido. Pero ella actúa como una más”, ha destacado Carolina Gómez, la madre de Inés, en una entrevista al periódico El País. “El lunes la matriculé y ya les puse en antecedentes. Me dijeron que todo fenomenal, que se iba a integrar perfectamente; que estaba en el tramo de 7 a 12 años, que a esas edades no tienen mucho inglés y que era todo con juegos y actividades, luego no había ningún problema", ha añadido la madre de Inés.
A los padres les propusieron dos opciones: que Inés podía dormir sola con una monitora o que fueran a por ella. Se negaron a la primera opción y al final Inés fue sacada del campamento. Aseguran que van a denunciar los hechos por un presunto delito de discriminación. Según han comentado a los medios de comunicación, Inés está muy afectada, ya que no entiende por qué tuvo que "abandonar el campamento".
